Lunes de Terror: 'Dracula'(1992) Terror Barroco.


El genial Francis Ford Coppola, famoso por obras maestras como la trilogía de 'El Padrino' o 'Apocalypse Now' se enmarcó en la adaptación del archiconocido relato de Bram Stoker en cuanto acabó de rodar 'El Padrino III'.

La película contó con un reparto de lujo: Gary Oldman encarnaría al conde Drácula, Anthony Hopkins al profesor Van Helsing, Keanu Reeves a Jonathan Harker, marido de Mina, una bellísima Wynona Rider, que tenía pendiente colaborar con Coppola desde que se cayera a última hora del rodaje de la tercera parte de la saga de los Corleone.

Coppola era consciente de que tenía el handicap de abordar una historia mil veces ya adaptada a la gran  pantalla, así que decidió desmarcarse de todo lo anterior y rodar una película lo más fiel posible a la obra de Stoker, recuperando valores de producción del cine de antaño que destacan por un ejemplar y delicioso uso de los trampantojos , decorados con regusto clásico y unos efectos especiales muy apoyados en el maquillaje, con  una estética a medio camino entre el expresionismo alemán del que tan bien ha sabido beber el ya cansino Tim Burton y un Barroco que lo inunda todo, desde la vestimenta del conde a los decorados de algunas escenas.

He de decir que vi la película muy joven  y que cosas que en su día me parecían aterradoras probablemente no hayan aguantado nada bien el paso del tiempo, pero hay que destacar la interpretación de Gary Oldman y Anthony Hopkins, que están enormes, (sobre todo el primero).

Una película muy ambiciosa que traspasa el género del horror para tratar temas como el amor y el erotismo, y triunfa en todas sus vertientes, el conde es aterrador pero enternece cuando nos descubre su corazón, y las novias de Drácula nunca tuvieron tanta carga de erotismo (Con una Monica Belluci sexy a más no poder).

Terror sensual poco antes de que la llama del genio de Coppola decidiera adoptar un perfil bajo.
Recomendable incluso aunque el cine de terror no os llame demasiado, una de las últimas películas en las que el director aún tenía un gran control sobre los valores de producción, la visión de un maestro del cine sobre uno de los relatos más influyentes de la narrativa del siglo XIX.

No quisiera cerrar el post sin hacer mención de la genial banda sonora a cargo de Wojciech Kilar (por el nombre parece pariente del mismísimo  Vlad Tepes) de la que os pongo un extracto a continuación:



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